EL ENTERRAMIENTO
Previo al enterramiento en la funeraria cuando esto es factible, se deja a los preparadores el trabajo para arreglar y presentar el rostro del difunto de una forma más o menos natural de quien en vida fuera, así podrán verlo todos aquellos que desean darle el último adiós siempre y cuando la familia dé su permiso para hacerlo.
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Las exequias fúnebres siguen su curso al salir el féretro del lugar donde fue la velación, para continuar con el último acto social humano de un cuerpo inerme como todos sabemos colocado en una caja mortuoria, o en el peor de los casos envuelto en algún lienzo, solo para ser llevado al cementerio y hacer el enterramiento, aquí es donde concluye el funeral y los familiares despiden “el duelo”.
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Los rituales en Guatemala pueden variar dependiendo del lugar y condición económica, desde lo más ostentoso hasta aquellos donde la pobreza y no está demás escribirlo, pudo haber sido también la causante del desenlace final; la Muerte sigue allí siempre junto a los más pobres haciendo acto de presencia. Hago esta anotación por considerar a los seres humanos indolentes, no todos por supuesto, por esa razón pienso es un tanto grosero la connotación de indiferencia agregada a una carencia de sensibilidad humana oír decir: “murió hay que enterrarlo, esa es la realidad”, un comentario carente de afecto con una fuerte dosis de indolencia.
