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Mi llegada a la casa…

Al día siguiente sábado por la mañana entre siete y siete horas con treinta minutos recibo una llamada telefónica de mi hermana, ella estaba confundida o el confundido era yo, esa fue mi percepción, con voz entrecortada me hablaba de mi papá, yo conducía y en mi mente habían muchos pensamientos a estas alturas no puedo precisarlos, mi corazón latía más rápido.  

Entendí durante el camino a casa de papá que estaba en un proceso agónico pero no fue eso, él ya había muerto.  Al llegar a su casa encuentro a familiares quienes ya empezaban acompañarnos en el dolor. Entro a su cuarto mi hermana y hermano estaban con él pido a las personas en la puerta nos permitieran unos minutos de intimidad y cierro. Estaba cubierto con la ropa de cama hasta la cintura, se quedó en posición fetal, intento enderezarlo y cuando lo hago la rigidez cadavérica era evidente, parecía una estatua y el calor del cuerpo había desaparecido, ese cuerpo estaba sin Vida, totalmente frío, la Muerte había llegado horas antes. 

Jamás imaginé que el permiso para viajar lo había tomado. Consideré era importante que mis hermanos estuviesen enterados de lo que había sucedido un día antes, y como le había comunicado el mensaje, “te podés ir cuando querrás, ya no hay muchas cosas que te puedan detener aquí en la tierra”, Gilda, Miguel y Yo estaremos bien, contamos con todo lo necesario para vivir y un poco más, no nos hará falta nada.  Nos enviaste la universidad y hoy somos los tres profesionales tampoco habrá más preocupaciones para vos, podés irte cuando querrás... 

Todo lo material que con mucho trabajo lograste, también te sirvió para  viajar por casi todo el mundo, y la Carmen estuvo igualmente con vos durante esos viajes. Nosotros recibimos parte del legado de tu trabajo como un regalo más que nos diste, pues el amor que nos demostraste todo el tiempo no tuvo límites nunca.  Se aflojaba un tornillo y te pedíamos favor, no esperabas mucho para darnos tu ayuda.“

Hoy después de su muerte están pendientes todavía los últimos regalos que estamos por recibir.

Lo anterior es un resumen nada más de esta vivencia que les estoy compartiendo. La carta si podemos llamarla así, tenía tres páginas, la extravié, pregúnteme que pasó hay una explicación freudiana que no me he tomado el tiempo para hacer el análisis.

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